En este territorio inhóspito todo hace suponer que la vida humana tropezó con un límite insalvable. Parece difícil imaginar como pudo el hombre interactuar con el salar, sin embargo, este espacio no fue nunca un despoblado absoluto, como erróneamente imaginaron los españoles. a su paso tras la conquista de Chile,
Existen vestigios arqueológicos indicadores de que, desde hace mucho tiempo, el hombre se ha asociado a esos pequeños focos de agua, flora y fauna antes descritos. Tales focos parecen haber sido hitos referenciales para los primeros descubridores del Salar algunos miles de años atrás.
Pero no todas las gentes vieron el paisaje del mismo modo, La variación tenue del mosaico ecológico inspiró distintas respuestas y diferentes modos de utilizarlo. En cerca de diez mil años de presencia humana constatada en Punta Negra, gente con distintas Idiosincracias, estilos de vida y opciones tecnológicas, han interactuado con un medio que impone limitaciones extremas.
A lo largo del proceso cultural se distinguen tres grandes etapas con contenidos históricos muy contrastados:
La etapa prehispánica concluída a mediados del siglo XVI, la colonial de los siglos XVI, XVII y XVIII, y la repúblicana de los siglos XIX y XX.
El registro arqueológico indica que durante la etapa prehispánica hubo cinco patrones de actividades dominantes. Por un lado, la caza de aves, roedores y camélidos (vicuñas y guanacos). Por el otro, la crianza de llamas, la extracción de minerales, la valoración ceremonial del espacio a través de sitios de culto y el desplazamiento de caravanas de llamas carqueras, por rutas orientadas hacia Copiapó y el litoral de Taltal y Paposo.
Las gentes más antiguas de Punta Negra pertenecen a la tradición de los cazadores arcaicos de Tuina y Tambillo, datados de 10.500 a 9.000 años atrás. Vivían cerca de lagunas y vegas, abrevaderos a donde acudian camélidos y otros animales,
Para la caza usaban proyéctiles con puntas triangulares. El registro arqueológico de estos cazadores advierte que las condiciones climáticas de entonces fueron más favorables para la vida humana que las actuales, es decir contaron con más provisión de agua, vegetación y fauna.
Más tarde unos 5.000 ó 4.000 años atrás, otras bandas de cazadores arcaicos recorrieron Punta Negra durante el período Tulan. Provenían del extremo sur del Salar de Atacama, una zona intensamente ocupada por cazadores especializados en la matanza de camélidos. usaban puntas en forma de hoja. Este nuevo patrón de cacería se ha verificado principalmente en puntos situados junto a las lagunas del borde oriental del Salar de Punta Negra y en quebradas tales como Guanaqueros y Toocomar.
Apróximadamente 3.500 años antes del presente, aparece un nuevo grupo. Se trata de pastoreadores de llamas, con una amplia distribución entre el río Loa y Punta Negra, No sólo habían domesticado camélidos como las llamas, sino que, además conocían la alfarería, el cultivo del maíz, la metalurgia del cobre y tenían una artesanía textil muy sofisticada. Trasladaban su ganado entre la alta puna y las vegas de los salares y lagunas utilizando las quebradas como pasadizos de comunicación. Habitaban un ambiente de baja productividad, no dependían de las labores agrícolas, sino de la carne, por lo cual debían mover su ganado continuamente, a medida que se agotaba el forraje.
En el Salar de Punta Negra se observaron con admiración algo más de diez paraderos, con recintos pircados que servían de refugios a las caravanasde llamas guiadas, por los atacameños, genuinos "navegantes" del desierto. En estos refugios se encontraron numerosos fragmentos de cerámica, de distintos estilos, pertenecientes a la cultura de San Pedro: tiestos negros pulidos, rojos pulidos y rojos violáceos, entre los más importantes.
A través del tráfico de caravanas, los atacameños trasladaban sus excedentes agrícolas, pecuarios y artesanales a la costa de Taltal y Paposo. Allí los intercambiaban por productos tales como pescado seco, conchas y minerales exóticos, entre otros.
Tambo Inca Meteorito, el mejor conservado de la zona
TIPICA PUERTA TRAPEZOIDAL
La malaquita era ofrendado a los Dioses en recintos ceremoniales, como los encontrados, en el sector de San Carlos.
Punta de flechas usadas para la caza de avifauna local cerca de 500 años.
Demarcaciones en el camino del Inca encontradas en el Salar de Punta Negra.
Tambo Inca de Río Frío, fragmentos de Cerámicas testigos de su ocupación.
Huellas del hombre en Punta Negra, tráfico de carretas del siglo pasado.
El Area del Salar de PUNTA NEGRA adquiere hoy nueva importancia. Esta vez relacionada con la minería y otros recursos, como sales y petróleo. A diferencia de lo que ocurrió en el pasado, los proyectos modernos ocurren a gran escala, lo que podría afectar al Salar. Pero estos proyectos cuetan afortunadamente, con recursos como para anular o reducir el impacto de sus actividades, pudiendo incluso crear y mejorar los hábitats.
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